Alfonso VI

Introducción.

Alfonso VI (1065-1109) heredó de su padre Fernando I el Reino de León según el reparto que este hizo de sus títulos en las disposiciones testamentarias.

Posteriormente tomó partido por su hermano Sancho, monarca de Castilla, en su lucha fratricida contra García, rey de Galicia. Tras la derrota de este último en 1071 se nominó, junto a Sancho, rey de Galicia.

En 1072 la guerra se declara entre Alfonso y Sancho; resultando vencedor este último desposee a su hermano de sus títulos quedando como rey único de León, Galicia y Castilla. Sin embargo, ese mismo año Sancho fue asesinado, según algunos por indicación de Alfonso, y, al no dejar descendientes, sus títulos pasaron a este. Así recuperó su reino leonés, al que se sumarían también los de Castilla y Galicia, si bien este último fue disputado por García como legítimo heredero de su padre Fernando hasta que en 1073 fue apresado por Alfonso y encarcelado de por vida, quedando como único monarca de León, Castilla y Galicia.

En 1076 al fallecer el rey Sancho IV de Navarra renuncia a sus derechos sobre esa corona a favor del rey de Aragón, recibiendo a cambio los territorios vascongados, lo que le lleva a adoptar al año siguiente el título de emperador de Hispania.

En 1085 ocupa la ciudad de Toledo, lo que le permite incorporar también el título de Rey de Toledo y nominarse emperador de las dos religiones.

Descripción.

Podemos considerar a Alfonso el primer monarca de los reinos cristianos del noroeste peninsular que realizó un intento serio de establecer un sistema monetario propio con la puesta en circulación de una importante cantidad de moneda. Hasta entonces solo se habían producido emisiones esporádicas que no desplazaron el uso del remanente de época romana y visigoda, así como de la moneda foránea (tanto de otros reinos cristianos como musulmana), actuando la divisa local meramente como unidad de cuenta y referente en las transacciones comerciales, pero sin presencia material.

Dentro de estas emisiones, en lo que atañe a este trabajo, señalar la que recoge el nombre del apóstol y que correspondería a un taller compostelano. Aunque no hay unanimidad entre los expertos, podemos poner en relación esta emisión con la autorización dada al Obispo de Santiago para acuñar moneda siempre que conserve los tipos reales y solo se varíe la leyenda, condiciones que se dan en esta serie pues el tipo es similar al de las acuñadas en otras localidades de los reinos, salvo que, como queda dicho, en la leyenda se alude explícitamente al apóstol.

Ello permite datar la emisión probablemente durante los años 1108 y 1109. La moneda es de vellón, de unos 19 milímetros de diámetro, con una ley de 250 milésimas de plata y un peso teórico de 1.15 gramos, si bien las piezas que conozco, como suele ser habitual en este tipo de emisiones, no alcanzan dicho peso. En el anverso presentan una cruz con un punto en segundo cuartel formado por aquella, alrededor la leyenda ANFVS REX comenzando a las 1 horas. En el reverso la figura del crismón formada por las letras XP cruzadas, una S tambada en la parte inferior y un alfa y un omega (A – W) a los lados entre las aspas de la cruz, y alrededor la leyenda + S IACOBI en la cual la S aparece tumbada y atravesada por una línea longitudinal, motivo que se repetirá posteriormente en otras emisiones y que podría interpretarse como un anagrama del apóstol. Tanto los motivos centrales como las leyendas del anverso y del reverso están acotadas por sendos círculos de puntos.

Algunas fuentes apuntan la existencia de variantes por la posición del punto en el anverso, pero no hemos visto la imagen de ninguna que se salga del patrón antes señalado. Por tanto, según nuestra costumbre, no la incorporamos al catálogo en tanto no tengamos constancia firme de ello.