MONEDAS DE GALICIA

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Alfonso IX


Introducción.


Alfonso IX sucedió a su padre Fernando II en 1188 a la edad de 16 años y fue rey de León hasta su muerte en 1230. Su reinado estuvo marcado por constantes luchas, especialmente con los vecinos reinos de Portugal y Castilla, incluyendo a su propio hijo y heredero, Fernando III, una vez este fue elegido rey de Castilla.

En lo monetario, el inicio de su reinado supone una continuación de la política anterior, esto es, con escasez de emisiones, gran variedad de tipos y, sobre todo, dependencia de la moneda foránea. Consciente de los inconvenientes y riesgos de esta situación aborda una reforma que, no sin problemas, consigue dotar al reino leones de una auténtica estructura monetaria. En lo que respecta a las emisiones gallegas, de la primera época solo se conocen de la ceca compostelana, de las últimas, por el contrario, se han atribuido a varias localidades del reino.


Descripción.


Cronológicamente podemos hablar de las siguientes series:

Circa 1188 – 1190. Se baten en Santiago unos dineros con referencia al apóstol, del que solo se conoce un único ejemplar. En el anverso figura su busto de frente y alrededor la leyenda •ADEFONSVS que abarca desde el hombro derecho al izquierdo y en el reverso una cruz dentro de un círculo y a su alrededor SCIOACOBIAPEL. Tiene un diámetro aproximado de 17 milímetros y un peso de unos 0.80 gramos con una ley de 200 milésimas.

Circa 1190-1197. Tiene la peculiaridad de recuperar la moneda compostelana el tipo de la moneda real, variando únicamente la leyenda. De esta forma, en el anverso aparece un león a derecha dentro de un círculo y rodeándolo la leyenda, con variantes, ADEFONSVS REX. Por su parte el reverso mantiene el tipo de la emisión precedente con la leyenda, también con variantes, S CEIACOBI APEL. Su peso supera los 0.90 gramos para un diámetro de 17 milímetros. La ley sería ligeramente inferior a la serie anterior, en torno a 125 milésimas.

Circa 1200-1202. Coincidiría con la progresiva retirada de la circulación de la moneda foránea para lo que se inician una serie de emisiones regulares de moneda real. Aunque se conocen tanto dineros como meajas, solo de los primeros hay unas marcas que pueden identificarse con alta probabilidad a la ceca compostelana. El anverso es anepigrafo y aparece como motivo principal un árbol con las ramas caídas hacia los lados de las que parten numerosas hojas, bajo cada rama sendos leones afrontados, sobre el árbol una cruz partiendo de otra rama central y a los lados de aquella las marcas de la ceca. En el reverso cruz potenzada con una flor de lis sobre un pequeño vástago en cada cuartel, todo en círculo de puntos y a su alrededor +ILDEFONS:REX con la S terminada en un apóstrofo. La marca atribuida a Santiago consiste en una venera invertida sobre un pequeño vástago que parte del árbol a la derecha de la cruz. En alguna ocasión aparece una segunda marca a la izquierda consistente en un creciente. Tiene un peso aproximado de 0.80 gramos, 18 milímetros de diámetro y una ley en torno a 125 milésimas.

A partir de circa 1210. Es la serie más prolífica del reinado de las que se han identificado más de una veintena de cecas, algunas de ellas atribuibles con bastantes garantías a localidades gallegas. Respecto a estas, hay que destacar dos hechos importantes: por un lado, supone el estreno de la fábrica coruñesa que a partir de entonces funcionaría de forma permanente; por otro, Santiago pierde su condición de ceca estable recuperando en el futuro sus emisiones solo de forma esporádica.

Se acuñaron tanto dineros como meajas, con la misma tipología por lo que solo se diferencian por su métrica. Los primeros presentan un diámetro de unos 17 milímetros, un peso aproximado de 0,80 gramos; los segundos, unos 11 milímetros y la mitad de peso; ambos una ley de 250 milésimas.

El motivo central del anverso es un león a derecha con una pata adelantada, debajo LEO y encima cruz, en algún caso la L está invertida. Las marcas de ceca aparecen frente al león aunque es habitual localizar alguna más bajo la cruz o entre las patas delanteras.

En el reverso está ocupado por una cruz ancorada rematada por pomos que alcanza el borde, en cada cuartel una venera cerrada por un arco de puntos que forman un círculo y por fuera del mismo la leyenda: AN FO NS REX con la S terminada en un apóstrofo. Existen dos variantes una con la leyenda retrógrada y otra sin veneras en los cuarteles.

Las marcas principales atribuidas a cecas gallegas aparecen siempre frente al león y son las siguientes:

Lugo: L. Además, venera bajo la cruz.

Ourense: A. Esta atribución es discutida por muchos autores que también la identifican con Astorga.

Coruña: C. Es habitual encontrar una venera debajo de la cruz y también hay un ejemplar con una segunda cruz bajo la primera. Normalmente la marca está tumbada hacia abajo, aunque a veces lo está hacia arriba, en el catálogo se indica como n y u, respestivamente.

Santiago: SI entrelazadas en diversas formas: superpuestas e inclinadas hacia la derecha o cruzadas en forma de aspa con la S hacia la derecha y la I hacia la izquierda (en el catálogo se identifican como I y X, respectivamente). Siempre lleva venera bajo la cruz y, caso único en toda la serie, en muchas ocasiones entre las patas aparece una cruz o un punto.

Conocemos dineros de las cuatro cecas, pero meajas solo de las dos últimas.






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