MONEDAS DE GALICIA

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Felipe III


Introducción.


Con Felipe III (1598-1621) alcanza España su máximo esplendor internacional, tanto en el aspecto político como artístico. Sin embargo, en el económico se suceden los problemas de diversa índole que desemboca en la suspensión de pagos por la Hacienda Real. Vinculado a lo anterior, en lo monetario la generalización del uso de la moneda de vellón llevó a su depreciación constante respecto al real de plata, provocando a su vez la manipulación de aquella para quitarle el metal noble. En un extraño intento de regular la situación se procede, por Real Cédula de 13 de Junio de 1602 a reducir su peso a la mitad y prescindir de la liga de plata.


Descripción.


Tres disposiciones encuadran la actividad emisora de la ceca coruñesa. La primera es la Real Cédula 18 de Septiembre de 1603, complementaria de la citada anteriormente, y que dobla el valor de la moneda previa en circulación, para lo cual se dispone su resellado, indicando así el valor actualizado. Aunque dicha disposición afectaría a todos los nuevos valores (1, 2, 4 y 8 maravedíes), en la práctica se excluyen los dos primeros, por su elevado coste y poco beneficio, realizándose de forma efectiva solo los de mayor valor.

La segunda disposición que afecta a la fábrica es la Real Cédula de 14 de julio de 1604 que restituye la acuñación en Coruña, suspendida hasta entonces al entender el monarca que esta estaba mal preparada y falta de operarios. La última norma que mencionaremos será la orden real de 29 agosto 1605 que establece de nuevo el cese de las labores de la ceca coruñesa.

Por tanto, hemos de entender que las acuñaciones de la ceca se producen entre estas dos últimas fechas, como parece apoyar además la documentación conservada de la época. Hemos podido verificar que todas las piezas que hasta ahora han aparecido en subastas y catálogos como de años anteriores corresponden a interpretaciones o atribuciones erróneas, bien del año o de la ceca. Otro tanto puede decirse de unas monedas con una marca de ceca que podría identificarse como una venera con un punto encima y con leyendas PHILIPPVS D G OIM – HISPAN REGNO REX y que en realidad es una falsificación europea de la época de una pieza burgalesa.

Podemos suponer que en la misma época se realizaron los resellos, si bien este es un punto que no está tan claro al carecer los mismos de fecha, pudiéndose haber realizado ya en 1603 y mantenerse con posterioridad al 1605.

Resellos. Según la disposición antes citada, aparecen solo sobre una de las caras de la moneda, son circulares, de unos 7 milímetros de diámetro y consisten en el valor en números romanos, encima una corona y debajo la marca de la ceca, en nuestro caso, la venera que, en ocasiones, aparece acotada por puntos. Las piezas reselladas en la ceca gallega son fácilmente reconocibles por la peculiar corona utilizada, que recuerda más a un bonete o monteira.


          


Existen tanto de 8 como de 4 maravedíes y para conocer las piezas sobre las que se pueden encontrar, al menos teóricamente, nos remitimos al cuadro propuesto en Felipe IV y que reproducimos a continuación.


 


Monedas. Se labraron mayoritariamente piezas de 2 maravedíes, aunque también existen de 1. Por el contrario, no se conoce ninguna de mayor valor. Todas ellas tienen en común que presentan una acuñación descuidada, con frecuencia doble o descentrada, y sobre cospeles de diámetro escaso y mal cortado. Consecuencia de ello es la enorme dificultad de localizar piezas, ya de por si escasas, con los datos mínimamente completos por lo que su correcta clasificación se vuelve altamente compleja.

Las piezas de 2 maravedíes responden a la siguiente descripción: en el anverso, castillo con tres torres, a su derecha II en posición horizontal, a la izquierda venera, todo en un círculo de puntos, alrededor la leyenda + PHILIPPVS III D G a su vez en otro círculo de puntos; en el reverso, león coronado hacia la izquierda en círculo de puntos, alrededor la fecha y la leyenda HISPANIARVM REX también cerrada por un círculo de puntos.

Sobre este tipo general se presentan un número significativo de variantes que podemos agrupar en la forma siguiente:


• La leyenda del anverso puede presentar puntos de separación, sin un patrón determinado, que, en su mayor extensión la transforma en: +•PHILIPPVS•I•I•I•D•G•. En algunos casos desaparece la G final o está invertida. Por último, a veces, la cruz inicial se sustituye por una aspa.

• La leyenda del reverso generalmente está incompleta, siendo la fórmula más habitual HISPANIARVM. Asimismo, en algunos casos aparece como cierre de la misma algún signo como un roel, una aspa u otro de difícil interpretación similar a una V invertida.

• La última cifra de la fecha no responde a la grafía habitual. El 4 es representado con forma de punta de lanza, mientras el 5 es sustituido por una S.

• El cero de las decenas aparece con frecuencia reemplazado por un punto. En algunas ocasiones, se sitúa en una posición elevada, similar a un apóstrofe, por lo que en algunas piezas puede dar la apariencia de que carece del mismo.

• Es relativamente habitual la ausencia de una o incluso dos de las cifras que, en un caso concreto, se sustituyen por una especie de E o 3 al revés. Asimismo, pueden producirse bailes en la posición de las cifras.


Como ya se ha dicho, el estado habitual de estas monedas hace muy difícil su completa clasificación. Por ello, en el catálogo solo hemos recogido aquellas que ofrecen mínimas dudas, obviando en todos los casos aspectos como la presencia de puntos, no siempre clara y en todos los casos imposible de precisar por la carencia de leyendas completas. Por consiguiente, puede suceder que variantes aquí comentadas no se encuentren en el subsiguiente listado, al estar localizadas sobre piezas sin posibilidad de catalogación completa.

Se aprecian varios tipos de acuñaciones, que pueden ayudar a la datación de las monedas carentes de fecha, y cuya diferencia básica reside en la forma del castillo tal como describimos a continuación:


• Tipo I. Castillo: Base casi lisa, con un pequeño arco central; cuerpo en tres secciones, las laterales anchas, puerta grande y dos pequeñas ventanas superiores: almenas centrales finas y cortadas en tres tramos; torres superiores anchas y paralelas, casi iguales en altura y con almenas grandes e independientes.
León: Mano delantera levantada a la altura de la cara, lengua extendida como si la lamiera; las otras tres patas abiertas, dan la sensación de movimiento, la cola en forma de S suave, rematada en varias puntas.
Leyendas: Ambas están completas salvo raras excepciones. No suelen tener puntos de separación y alguna tiene la G invertida. La mayoría son de 1604, aunque en algún caso con errores en la fecha.

• Tipo II. Castillo: El centro de la base presenta un arco pronunciado que constituye la puerta; las secciones laterales del cuerpo son más finas y la central carece de ventanas; almena central ancha y continua; torres superiores anchas, paralelas, de altura similar y almenas integradas.
León: Similar al tipo I pero más simple, sin lengua o muy corta que no alcanza la mano; cola menos decorada o lisa.
Leyendas: La de anverso completa aunque en ocasiones la cruz inicial es reemplazada por un aspa; la del reverso acortada, generalmente HISPANIARVM, en algunos casos rematada por un roel. Fechadas en 1605, aunque es habitual encontrar errores.

• Tipo III. Castillo: El centro de la base presenta un arco pronunciado que constituye la puerta; cuerpo único con dos ventanas grandes en los laterales; la almena central se sustituye por una línea continua; torres superiores anchas y paralelas, la central algo más alta y almenas integradas.
León: Similar a los anteriores, generalmente sin lengua y cola lisa.
Leyendas: La del anverso completa, la de reverso recortada. No conozco ninguna con error en la fecha, 1605.

• Tipo IV. Castillo: Base convexa o con pequeño arco central; cuerpo estrecho con dos columnas laterales, sin puerta y dos ventanas centrales muy próximas; almena central fina y continua; torres estrechas, con grandes almenas, frecuentemente torcidas, superando al cuerpo central y/o de diferentes tamaños.
León: Lengua larga con frecuencia desproporcionada; la pata delantera hacia delante, las restantes trasmiten la imagen de parada; cola casi lisa, terminada en un trazo horizontal.
Leyendas: La del anverso en general está completa aunque no siempre, en ocasiones la cruz inicial se sustituye por un aspa; la del reservo es incompleta, habitualmente HISPANIARVM, y en algún caso rematada por una x. Fechada en 1605, no conozco ninguna con error ni con punto sustituyendo al 0.


El peso medio de las monedas ronda los 1.65 gramos, y el diámetro del cuño es de unos 18 milímetros si bien, como hemos dicho, los cospoles son irregulares y oscilan habitualmente entre los 13 y 17 milímetros. El tipo I suele presentar los mayores valores, tanto en peso como en diámetro.

El maravedí responde a la siguiente descripción: anverso, castillo, a la derecha I, a la izquierda venera, todo en círculo de puntos; reverso PHILIPPVS en monograma, debajo la fecha, todo en círculo de puntos.

Solo he visto un ejemplar de 1604, que presenta el mismo castillo que las piezas de dos de ese año (tipo I) así como el 4 con forma de punta de lanza, careciendo además del 0 de las decenas.





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