MONEDAS DE GALICIA

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Isabel II


Introducción.


Si el reinado de su padre Fernando VII estuvo plagado de problemas, el de Isabel II tampoco fue tranquilo. Ascendió al trono en 1833 cuando aún no había cumplido los tres años, momento en el que se inicia el conflicto dinástico con su tío Carlos, y permaneció en el trono hasta 1868, cuando tuvo que exiliarse a Francia forzada por la llamada revolución gloriosa.

En lo que respecta a la numismática gallega, se reabre la ceca de Jubia en 1835, para la fabricación de moneda de cobre, permaneciendo activa de forma ininterrumpida hasta 1850. Posteriormente, vuelve a funcionar en los últimos años de su reinado, de 1866 a 1868, momento en el que abandona la producción definitivamente. Si el motivo del cierre durante el reinado de su antecesor fue la baja calidad de las piezas acuñadas, esta mejora sensiblemente en este periodo.


Descripción.


Solo se acuñó moneda de cobre o bronce que fue adaptándose a las distintas reformas monetarias que se van produciendo a lo largo del reinado. Por ello, podemos establecer tres épocas diferentes que analizaremos a continuación de forma separada.

1ª Época.

Es una continuación del sistema vigente cuando asciende al trono, acuñándose valores de 8, 4, 2 y 1 maravedíes desde 1835 a 1850. De los primeros se acuñan de forma regular todos los años, mientras de los valores intermedios la emisión se realiza de forma intermitente y, finalmente, solo se acuñan piezas de 1 maravedí en 1842 y 1843.

Respecto al peso, vale lo dicho para su predecesor. Las piezas que he observado vienen arrojando las siguientes medias aproximadas: 9.90, 4.60, 2.60 y 1.50 gramos.

El diámetro de los cospeles, aunque con cierta holgura de unas piezas a otras, responde a los siguientes valores: 28, 23, 19 y 15 milímetros. Hay una pieza, identificada como 17.19 en el catálogo, que rompe la norma al presentar un cospel irregular y sensiblemente más grande, entre 29 y 30 milímetros. Aunque en principio pudiera dudarse de su autenticidad, hay varios factores que me llevan a considerar lo contrario: primero la factura, que parece impecable, así como el peso, que es el correcto, incluso superior a la media. Por su parte, el cospel irregular, aunque extraño en las piezas de ocho, no lo es tanto en las piezas de menor valor y, en este caso concreto, coincide con casi total exactitud a otra moneda de la misma ceca del año 1823 (nº22.01 del listado), época en la que es bastante más frecuente encontrar piezas de mayor diámetro. Por consiguiente, en mi opinión, se trata de una acuñación legal sobre algún cospel olvidado de años anteriores, a pesar de lo cual, por prudencia, la marco como dudosa.

Existen dos tipos básicos diferentes:

• Tipo 1. Responde a la siguiente descripción: Anverso, busto de la reina niña a derecha, debajo fecha seguida de punto, alrededor ISABEL 2A POR LA GRACIA DE DIOS. Reverso, cruz llamada del Infante Don Pelayo, alrededor REYNA DE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS., debajo 8. (o 4.) J. M. Canto laureado a derecha o izquierda indistintamente. Fue utilizado en 1835 y 1836, años durante los cuales solo se acuñaron piezas de 8 y 4 maravedíes.

• Tipo 2. Con la promulgación de la constitución de Cádiz en 1836, dicha circunstancia se refleja en la moneda acuñada, según ley de 1 de diciembre del mismo año. Para ello se adapta el tipo anterior, dando como resultado el nuevo siguiente: Anverso, busto de la reina niña a derecha, a la izquierda valor, a la derecha M, debajo fecha terminada en punto, alrededor ISABEL 2A POR LA G• DE DIOS Y LA CONST. Reverso, cruz llamada del Infante Don Pelayo, alrededor REYNA DE LAS ESPAÑAS., debajo JA. Canto estriado.


Tanto la A de la ceca del segundo tipo como del ordinal de la reina en ambos están en mayúsculas y presentan un puntito debajo.

Hay, además, una serie de variantes principales, las más representativas de las cuales indicamos a continuación, señalando entre paréntesis la forma en la que se identifican, en su caso, en el catálogo:

• Distribución de los puntos alrededor de la fecha. Lo más habitual es que aparezca un punto tras la data y otro al final de la leyenda ( /•/•). Pero hay excepciones: que no aparezca ningún punto ( / / ), variante de 8 maravedís de 1844; que tenga punto tras la fecha pero no al final de la leyenda ( /•/ ), sucede en algunas piezas de 8 de 1835, de 8 y de 4 de 1837, de 2 de 1841 y de 1 de 1843; con sendos puntos a los lados de la fecha (•/•/ ), habitual en los años 1836 y 1837 del tipo 2; un caso donde a los dos anteriores se suma el punto al final de leyenda (•/•/•) en un 8 maravedís de 1837 y otro en el que no tiene puntos a los lados de la fecha pero sí al final de la leyenda ( / /•) en otro 8 maravedís de 1840.

• La marca de ceca habitual es una J y a su derecha en superíndice una A con un punto debajo (JA). Pero en este caso también hay excepciones: que carezca de la A (J ), sucede en el tipo 1, en los 2 maravedís de 1838, 1840 y en algunos de 1841 y 1849; sin línea bajo la A (Ja), sólo en alguna pieza de 8 maravedíes de 1844; y J entre puntos (•J•) propia de las de 1 maravedí.

• (G ) Ausencia de punto tras la G de la leyenda del anverso. Se encuentra en algunas monedas de 8 maravedíes de 1843 y 1844 y de 2 de 1838.

• (2a) Ausencia de punto bajo la A ordinal de la reina en la leyenda del anverso. Solo se conoce una pieza de 8 maravedíes de 1848.

• (M•) Punto tras la M a la derecha del busto. La tienen las piezas de 4 maravedíes desde 1847 inclusive, todas las de 2 excepto las de 1840 y 1844 y las de 1 de 1842.

• (ÑAS ) Sin punto al final de la leyenda del reverso.

• (sv) La pieza de 1 maravedí de 1843 no presenta su valor a los lados del busto.

Aunque, como queda dicho, solo consta oficialmente acuñación en cobre, he examinado una pieza de 1 maravedí que presenta una capa de plateado y que, por lo demás, responde en todo al tipo original. Parece que este no es un hecho aislado, por cuanto recuerdo que hace años en una subasta ya había aparecido una medalla de 1843 con la misma característica y en alguna otra ocasión he visto fotografías de piezas, todas ellas en conservaciones muy altas, que también parecen haber sido plateadas, con todas las reservas que impone el tratarse solo de imágenes. Puede tratarse simplemente de una costumbre popular o, como se ha apuntado en alguna fuente, de la posibilidad de acuñaciones de presentación. En todo caso, dejo constancia del hecho e incluyo la imagen de la pieza estudiada como nº 62.06 con la indicación de dudosa.

Por otra parte, con el nº 40.66 indico una variante de 4 maravedíes de 1850 realizada con un cuño con la fecha rectificada sobre otra anterior. Varios autores recogen su existencia si bien no hay unanimidad respecto al año original, señalándose tanto 1840 como 1849. Personalmente la primera opción me parece más extraña, por cuanto las monedas de aquel año (1840) no presentaban punto tras la M a la derecha del busto que sí existe tanto en 1849 como en 1850; por ello creo que la segunda alternativa (1849) parecería la más probable, aunque no parece apreciarse rastro del 9 en las piezas observadas, por lo que realmente podría tratarse de un rectificación del cuño por haberse empleado un dígito incorrecto. Algo similar ocurre con la pieza siguiente, 40.67, si bien en este caso el dígito modificado es aún más extraño.

Finalmente incluyo alguna pieza falsa de la que tengo imagen. Sin duda, la más curiosa es la de 8 maravedíes de 1833, caso comentado extensamente por Paz (pa709). La pieza resulta imposible por cuanto las acuñaciones no se iniciaron en esta ceca hasta 1835, además de por tratarse del tipo constitucional, que no se empezó a aplicar hasta finales de 1836, tal como se señaló con anterioridad. Algo parecido puede decirse de la pieza similar de 1835.

2ª Época.

Por decreto de 15 de abril de 1848 se establece un cambio del sistema monetario, fijándose el Real como unidad, con divisiones decimales. Este cambio se fue introduciendo paulatinamente y, en lo que atañe a la ceca de Jubia, inicia su aplicación en 1850, manteniéndose hasta entonces las acuñaciones del sistema anterior. Su fabricación fue muy breve por cuanto en el mes de agosto de ese mismo año se determina el cierre de las instalaciones y cesan, por tanto, sus acuñaciones.

La única pieza que se acuñó en este período fue la de medio real o cinco décimas, que responde a la siguiente descripción: Anverso, escudo coronado con adornos laterales, alrededor leyenda, interrumpida por la corona, ISABEL 2A POR / LA G• DE DIOS, debajo estrella de seis puntas. Reverso, en dos líneas, MEDIO REAL. y debajo, en otras dos con caracteres más pequeños, CINCO DECIMAS., encima corona y debajo marca de ceca •J•; todo ello en un círculo de hojas de laurel y a su alrededor Y LA CONST• REINA DE LAS ESPAÑAS, debajo 1850 entre dos estrellas de seis puntas.

En cuanto a las medidas, la referencia teórica que he localizado pero no he podido contrastar es de 19.16 gramos de peso y 31 milímetros de diámetro. Sin embargo, las piezas que he visto son de un diámetro ligeramente superior, 32 mm, y no alcanzan los 19 gr.

3ª Época.

Por Real Decreto de 26 de Junio de 1864 se establece como nueva divisa nacional el Escudo, cuyos divisores pasan a tener base decimal con la equivalencia de 1 escudo igual a 100 céntimos. Esta adaptación al sistema decimal también tiene su reflejo en el peso, de forma que las monedas estarán referenciadas al kilogramo según un patrón estable que para las de bronce es de 1 kilogramo igual a 4 escudos.

De esta forma, tras sucesivas disposiciones y pruebas, a partir de 1866 se acuñan piezas de los siguientes valores y medidas: 5 céntimos, 12.50 gramos, 32 milímetros; 2 y medio céntimos, 6.25 g., 25 mm.; 1 céntimo, 2.50 g., 18 mm.; y medio céntimo, 1.25 g., 15.5 mm. Asimismo, se establece que las emisiones se realicen en bronce con un 95% de cobre, un 4% de estaño y 1% de zinc.

Por último, se procede a la reapertura de la fábrica de Jubia, al tiempo que se establecen para todas las casas de moneda unas nuevas marcas de ceca consistentes en distintas estrellas, correspondiendo a gallega la de cuatro puntas.

El tipo es único y común para todos los valores y responde a la siguiente descripción: Anverso, busto de la reina a derecha con corona de laurel en círculo de puntos, en el corte del cuello iniciales A.C.; alrededor, ISABEL II POR LA GRACIA DE DIOS Y LA CONST., debajo fecha entre dos estrellas de cuatro puntas. Reverso, escudo ovalado coronado sobre dos ramas de olivo, debajo iniciales OM, todo en círculo de puntos; encima, REINA DE LAS ESPAÑAS, a cada lado una estrella de cuatro puntas, debajo el valor en céntimos de escudo. Las iniciales AC corresponden al grabador, D. Atanasio Carrasco, mientras que OM es la marca del fabricante adjudicatario: Oeschger, Mesdach y Cía.

De este tipo básico conozco una única variante, consistente en la ausencia de las iniciales OM del reverso (sOM) en algunas monedas de 1866 y 1868.

De esta época también se conoce alguna pieza con resello, desmonetizada, con errores de acuñación (cara incursa, desplazamiento, etc.), así como algunas falsas de distinto arte.

Con el exilio en 1868 de la reina, cesan las emisiones y se materializa el cierre definitivo de la última ceca oficial gallega, después de una corta pero intensa vida de poco más de medio siglo.

Siguiendo el habitual criterio de prudencia, hay una serie de monedas que suelen aparecer en los catálogos y que no incorporo al listado en tanto no disponga de pruebas gráficas sobre su existencia real. En concreto, excluyo los 4 maravedíes de 1835, 1843 y 1844.




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