Mondariz

Introducción.

El origen moderno de Mondariz hay que situarlo en 1873, cuando los hermanos Peinador inician la explotación comercial de las fuentes minero medicinales de Gándara y Troncoso. A partir de ese momento su crecimiento es vertiginoso, no solo en cuanto a venta de agua embotellada, sino también como elemento relacionado con la salud y el ocio. Así, en 1880 se inaugura la Casa de Baños y en 1898 el Gran Hotel, eje de lo que será el puntero centro balneario durante las primeras décadas del siglo siguiente, referente de las clases pudientes no solo nacionales, sino también lugar de atracción de agüistas de muchos lugares del mundo. Pero además, en consonancia con las corrientes del momento, se constituye como un elemento de desarrollo cultural, no solo por la influencia de los visitantes de las grandes ciudades españolas, sino sobre todo como punto de encuentro de los intelectuales gallegos que hacen de Mondariz, en numerosas ocasiones, lugar de reunión y puesta en común. Con el inicio de la guerra civil comienza también su declive, fenómeno al que no son ajenos los grandes hoteles y balnearios internacionales como consecuencia de los cambios sociales que se producen entonces. El punto final es el incencio que destruyó el Gran Hotel en 1973, hasta que ya en la década de los noventa se inicia la renovación tanto de la marca embotelladora como del complejo turístico con la recuperación y puesta en valor de los edificios más emblemáticos.

Descripción.

Sin duda, la numismática de Mondariz es, dentro de la categoría de moneda local gallega, la más prolífera y compleja de su época. No hay ninguna duda de la importancia y extensión de su uso, como así lo atestiguan numerosas referencias históricas al respecto pero, como es habitual en estos casos, muy poco se puede concretar con certeza respecto a sus tipos y emisiones. En cualquier caso, todo parece indicar que las acuñaciones debieron producirse en la época de mayor esplendor del balneario, es decir, entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX.

Hay varias emisiones conocidas que se describen a continuación:

1. Serie de Peinador en reales.

Posiblemente sea la más antigua, a la que parecen referirse las crónicas. Está nominada en reales y contempla la leyenda PEINADOR, de la cual vendría su denominación popular. Por las referencias bibliográficas, estamos ante una sería compuesta por cinco valores diferentes: 1 real (25 céntimo de peseta), 2 reales (50 céntimos de peseta), 4 reales (1 peseta), 8 reales (2 pesetas) y 10 reales (2.50 pesetas o medio “duro”).

A día de hoy, solo hemos localizado las piezas propiedad de la Fundación Mondariz Balneario y que corresponden a los valores de 4 y 10 reales. Pero de su observación se deduce que todas las piezas debían ser del mismo tamaño, aproximadamente 23 milímetros, acuñadas en metal blanco. Desconocemos su peso.

En cuanto a su datación, puesto que se mencionan en una revista del verano de 1906 y no aparece como un servicio novedoso, podemos suponer que se utilizarían desde el instante mismo de la apertura del Hotel en 1898 o en un momento posterior próximo.

2. Serie de Peinador en pesetas.

Son todas similares, presentando en el anverso el valor y la denominación “PEINADOR” mencionada anteriormente; por el contrario, el reverso está sin acuñar. Están fabricadas en latón y hasta la fecha se conocen tres valores diferentes: de 1 peseta, 50 y 25 céntimos. Tienen unas dimensiones de unos 24, 21 y 18 milímetros y un peso aproximado de 4, 3 y 2 gramos, respectivamente.

No disponemos de datos para su datación, más allá de que parecen posteriores a la primera serie, aunque tampoco sería descartable que hubieran coexistido durante un tiempo.

3. Serie de la botella en pesetas.

Está compuesta por las piezas que expresamente recogen la indicación AGUAS DE MONDARIZ en su anverso, alrededor de lo que Jaime Paz identificó erróneamente como "máquina que parece una caldera de vapor" o "caldeira antiga de vapor". En realidad se trata de una de las primitivas botellas de agua, de finales del siglo XIX, tal como puede observarse en imágenes de la época, sobre la que figuran las iniciales entrelazadas HP (Hijos de Peinador), que durante años fue el emblema de la casa, lo cual puede apreciarse igualmente no solo en documentos de época, sino también en construcciones emblemáticas aún en pié como el palco de la música o las fuentes de Troncoso y Gándara. En el reverso aparece el valor en dos líneas, en la de 1 peseta, acotado con estrellas de seis puntas la cifra y puntos la divisa, y todo ello dentro de un círculo de puntos.

Conocemos piezas de 1 peseta y 50 céntimos. Su diámetro es de 24 y 20 milímetros y su peso aproximado de 6 y 3 gramos, respectivamente. Están realizadas en metal blanco, posiblemente alpaca, y tenemos razones para pensar que pudieron ser fabricadas por la casa madrileña Plata Meneses.

Jaime Paz afirma que existe también una pieza similar de 2.5 reales, de la que desconoce peso y diámetro, supuestamente en latón, sin referencia alguna ni a sus dimensiones. El hecho de no aportar su imagen, así como la diferencia de metal respecto a las anteriores y lo extraño del valor (recordemos que 2.5 reales equivalen a 62.5 céntimos de peseta) nos llevan a pensar que probablemente se trate de un error y se corresponda, en realidad, con alguna otra pieza similar.

Asimismo, nos han informado de la existencia de la pieza de 25 céntimos por haberla visto pero sin poder aportar más datos al respecto. La incluimos también como dudosa.

En cuanto a su datación, es una cuestión incierta pues si nos basamos en el motivo de la botella habría de situarse entre el último cuarto del siglo XIX y el primero del XX, lo que podría entrar en colisión con las fechas de la primera de las emisiones mencionadas.

4. Serie de la botella en peinadores.

La última emisión es la realizada con motivo de la reapertura del hotel en 1994. Que sepamos, no llegó a circular como moneda, por lo que habría que clasificarla realmente como medalla aunque consideramos de interés incluirla en esta relación.

Fabricada en metal blanco, rememora los antiguos peinadores, pero basándose en la estética de la serie de la botella. Esta última ha sido sustituida por una más actual, desaparece la P que la acompañaba, se modifica la leyenda a MONDARIZ BALNEARIO y se recupera la antigua divisa, el PEINADOR.

Pero, sin duda, la serie más numerosa atribuida a Mondariz es la que presenta en una de sus caras una M gótica dentro de un sol cuyos rayos forman un cuadrado. La idea original de identificarlas con esta población se debe a Jaime Paz al afirmar, en uno de sus artículos que: "En Orense, me enseñaron unas monedas enmarcadas en un cuadro que decían pertenecer al Balneario de Mondariz". Sin embargo, Paz se equivoca por partida doble: al identificar la M como marca de Mondariz y, por extensión, al suponer que todas las fichas con este motivo se utilizaron allí. En realidad estamos ante la marca registrada por la empresa Plata Meneses para identificar sus trabajos. Esta afirmación puede comprobarse no solo por su presencia explícita en los catálogos y publicidad de la casa ya desde el siglo XIX, sino también observando las contraseñas de las piezas realizadas en sus fabricadas o accediendo a la información histórica incluida en la web de la propia compañía.

Respecto a la posibilidad de que algunas de estas fichas pudieran haber sido usadas en Mondariz, con carácter exclusivo o no, es una opción que no podemos descartar completamente pero que ponemos en seria duda, toda vez que las piezas identificadas por Paz forman parte del catálogo general de la mencionada platería para su uso "en cafés y casinos" y parece extraño que las hubieran utilizado en Mondariz disponiendo de otras series que sí tienen un marcado carácter diferenciador del establecimiento.

Finalmente hemos decidido mantenerlas en este trabajo, pero separadas de la página principal de Mondariz, e incluidas en la sección de Varios como Mondariz - Meneses.